El miércoles fueron horas agitadas para el municipio andalgalense. Es que cerca de 50 personas pasaron a planta permanente y abre una vez más las diferencias que existen entre los que perciben una beca municipal, los que cobran por decreto o los que ya cuentan con planta permanente.
Como en todo nombramiento que se produce, siempre están los que ingresan por la ventana, con una categoría alta y no la 10 como lo establece el estatuto municipal y a espalda de los gremios que ni se enteraron de la movida y los cuales deben oficiar de guardianes de los derechos de los trabajadores.
No hay culpa de los becados, contratados o de planta permanente que quieren migrar a un mejor sueldo, es un anhelo propio de cada trabajador. Sin embargo, el cuello de botella se hace más chico cada día al momento de pagar los sueldos o costos políticos. En pocas palabras, a principios del año pasado, se abonaba el sueldo y al día siguiente cobraban los becados hasta que la gestión Páez – Cativa tuvo su primer traspié y dejó a los becados con un mes sin cobrar.
Este no fue el primer tropezón porque este año los volvió a dejar sin el cobro correspondiente, lo que se podría tildar de un presunto delito como “retención indebida de haberes”. Estamos casi a fin de mes y no existen señas hasta el momento de que se efectivicen las becas.
En el caso de los empleados de planta permanente, este mes cobraron el aumento salarial del orden del 30% retroactivo al mes de abril.
Desde enero hasta esta parte, ya perdieron casi la mitad por la galopante inflación, hasta el mes de septiembre, oportunidad en la que se reunirán nuevamente gremios y Ejecutivo, el municipal estará por debajo del magro aumento que percibió este mes.
Fuente: FM La Perla
