En los hechos, blanqueó así la existencia de conversaciones entre gobernadores -las hay también de mandatarios con intendentes- para sondear un plan B ante potenciales desbordes en hospitales o centros de aislamiento de pacientes leves.
“Muchos me dicen que no deje entrar a nadie, pero tenemos que vivir un mundo solidario; no descarto que La Rioja o Tucumán nos ayuden en el caso de que lo necesitemos y nosotros a ellos, lo mismo que con nuestros hermanos chilenos”, dijo Jalil, con alcance incluso al país trasandino, duramente golpeado por la pandemia.
Desde el oficialismo catamarqueño dijeron a Ámbito que “algunos gobernadores le consultaron sobre la posibilidad”. “Pero no hay nada concreto; es una previsión por ahora para el caso de que sea necesario”, afirmaron. Esas conversaciones incluyeron a los vecinos –y también peronistas- mandatarios de La Rioja, Ricardo Quintela, y de Tucumán, Juan Manzur. Sin embargo, brotaron ya los primeros rechazos. Por caso, el diputado provincial Hugo Ávila (Unidad Ciudadana) presentó un proyecto en la Legislatura para “prohibir que enfermos de coronavirus ingresen a Catamarca”.
En línea con Jalil, este martes el coordinador del Centro de Operaciones de Emergencias de Córdoba, Juan Ledesma, dijo que “con una capacidad holgada de camas, no dudo en que en forma solidaria vamos a aceptar pacientes de otras provincias”. Pero aclaró -ante Radio Mitre Córdoba- que no hubo aún ni “una solicitud ni una definición del Gobierno” de Juan Schiaretti.
Una postura más cauta asumió el peronista sanjuanino Sergio Uñac. “Estamos siempre disponibles, pero nuestros recursos no son infinitos y tenemos una planificación pensada para San Juan; estamos insertos en una pandemia y no sabemos en qué momento puede desencadenarse una situación compleja”, dijo la ministra de Salud, Alejandra Venerando, a Radio Sarmiento.
Previamente, el gobierno del radical mendocino Rodolfo Suarez había rechazado la posibilidad de recibir pacientes de Chile, tras una idea del diputado oficialista chileno Andrés Celis.
Las conversaciones en pos de garantizar camas en otros distritos ante el caso de desbordes sanitarios se dan también puertas adentro de algunas provincias.
No se trata de estrategias que se manejen por el momento en la órbita del Gobierno nacional, sino que hasta ahora transitan en los carriles de la relación entre gobernadores, o de gobernadores con intendentes.
El caso más sonoro es el de la Provincia de Buenos Aires, aunque referido al potencial traslado entre distritos aledaños de enfermos con síntomas leves, que deban alojarse en camas extrahospitalarias, en centros de aislamiento.
Es una posibilidad -aclaran- a la que pueden acceder los intendentes que deseen hacerlo. El 10 de junio Axel Kicillof presentó el “Convenio de adhesión al Fondo de Asistencia Municipal para la atención no hospitalaria de pacientes con Covid-19”, que contempla una asistencia no reintegrable de 2 mil pesos por día por cada cama ocupada en esos centros extrahospitalarios y temporales.
El intendente que adhiera será financiado por cada paciente leve de su distrito que sea internado en esas camas. Pero al sumarse al convenio además abrirá la puerta a que ese centro pueda recibir pacientes con síntomas leves de distritos aledaños si se les terminan las camas extra, también con financiamiento.
“Es un convenio y el que no quiere no lo firma; nosotros nos ahorramos la plata y ellos se llevan Solidaridad a marzo”, enfatizaron desde el entorno de Kicillof ante Ámbito. “No va a recibir (Guillermo) Montenegro pacientes desde La Matanza, que se quede tranquilo”, ironizaron.
La referencia no es antojadiza: en las últimas horas el titular del SAME Mar del Plata, Juan Di Matteo, anticipó que “el municipio de General Pueyrredón no recibirá pacientes infectados de otras ciudades”. “Queremos mantener la actual situación epidemiológica en Mar del Plata”, dijo, desde el enclave comandado por Juntos por el Cambio.
“La Provincia aclaró que el convenio remitido a los municipios no es obligatorio y nosotros hemos decidido que no vamos a firmarlo”, dijo, en sintonía, el intendente de Tandil, el radical Miguel Lunghi.
Distinta fue la postura de otro intendente de esa coalición, Héctor Gray (Bahía Blanca). “Si llega a haber un desborde, nuestro hospital va a estar a disposición”, dijo.
