Oscar Garbe, ejemplo de lealtad peronista

No todos los hombres públicos pasan a la historia y quienes lo logran pueden hacerlo por sus éxitos o sus errores, sus virtudes o defectos, en el caso del Dr. Oscar Ramón Garbe, desde hace muchos años, y para siempre, será por su ejemplo de lealtad.
jueves, 4 de junio de 2020 19:06
jueves, 4 de junio de 2020 19:06

Él no necesitó este día de su muerte, a los 70 años de edad, en Recreo, para dejar los testimonios de fidelidad y de caballero que adornaron su existencia. Lo hizo a lo largo de una trayectoria impecable, no exenta de sacrificios y sinsabores, sobre todo en la vida política y, particularmente, en el peronismo de Catamarca.
Médico de profesión, se destacó en la actividad política desde muy joven, cuando a los 33 años, Don Vicente Leonides Saadi lo eligió para representar con el PJ a su departamento La Paz en el Senado provincial; voluntad que mayoritariamente acompañó el pueblo "lapaceño", en los albores de la restauración democráctica en 1983.
Su compromiso y voluntad de trabajo lo ungieron rápidamente presidente provisorio del Senado, hasta encaramarlo vicegobernador de Catamarca, y nada menos que de Vicente Saadi, en 1987. Fallecido éste, en 1988, y pudiendo haber completado el mandato de su fórmula hasta 1991, optó por adelantar las elecciones y permitir una nueva postulación de Ramón Saadi a la gobernación.
Nuevamente vicegobernador, compartió sin dobleces la debacle peronista que devino en la intervención federal de 1991, y en medio del "campeonato mundial de traidores a Ramón" que se había instalado en Catamarca, cuando era más fácil y hasta "honorable" -además de rentable- escapar del peronismo, Garbe siguió a la par de su amigo y condutor; con el PJ en el llano.
Sobre su personalidad podrían citarse otros valores y méritos, en especial de su actuación profesional, pero preferimos este costado de la política, donde más lo conocimos y disfrutamos. Con esa simpleza y don de gente que exteriorizaba pleno de felicidad llevando a sus amigos a compartir el "keppe" de su viejo Muse, en San Antonio de La Paz, o el asado campero de un domingo en las cuadreras.
Oscar Garbe partió y, seguramente, habrá legado muchas cosas más para su amada esposa, Emma Teresa Díaz de Garbe, y el resto de sus familiares, a quienes acompañamos en el duelo por su ausencia con este sencillo tributo, recordándolo con el ejemplo más valioso que puede dejar cualquier peronista: la lealtad.

Victor "Paco" Uriarte
 

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